Amor y Superación

La historia de mi hermano

Un viaje de amor y superación que transforma vidas a través de la solidaridad y el deporte.

En 2021, con 36 años, me diagnosticaron Esclerosis Múltiple.
Nunca me lo hubiera imaginado. Yo era el fuerte. El que podía con todo.
Desde pequeño, el deporte fue mi lenguaje. He corrido maratones, travesías a nado, triatlones, medios Ironmans, crossfit de competición, ultratrails de montaña… Entrenaba seis días a la semana. Vivía en movimiento.

De pronto, un día, la pierna derecha dejó de responder bien. Un fallo en la propiocepción. Lo siguiente fue la pérdida de fuerza. Y después… la dificultad para caminar. Hoy, me cuesta bajar unas escaleras sin agarrarme. Me cuesta simplemente estar de pie.

Durante los dos primeros años apenas lo conté a nadie. Me encerré. Me costaba asumir que mi cuerpo —ese cuerpo que siempre había sido como un reloj suizo— me había fallado.

Hasta que mi hermana decidió hacer por mí lo que yo ya no podía: volver a subir montañas.

Siempre ha sido activa, pero desde entonces entrena con un propósito. Ha empezado a correr más, a montar en bici, a nadar… Se ha preparado para completar algunas de las pruebas que yo hice. Entre ellas, la maratón de Murcia, nuestra tierra. Y lo hace llevando una camiseta que dice:
El Amor Sube Montañas.

Ese gesto hizo que mucha gente se enterara de lo que estaba viviendo. Me quitó un peso de encima. Sentí orgullo. Y también esperanza. No solo por mí, sino por toda la gente que un día se ve limitada por una enfermedad que no avisa.

Hoy, esa misma camiseta está aquí. Para quien quiera llevarla. Para quien quiera sumar.
Para quien entienda que ayudar también es hacer algo por los demás… incluso si no los conoces.

Que cada camiseta que se venda sirva para investigar.
Para frenar. Para mejorar vidas.
Para decirle al mundo que hay enfermedades que no se curan con fuerza…

Pero que la fuerza del amor puede llevarnos muy lejos.